Los Hopi, (nación india de Norteamérica) un ejemplo que deberíamos seguir!!!
En su sistema educativo si un alumno no sabía la respuesta a una pregunta que se le hacía en el aula, ningún otro niño levantaba la mano para contestarla. Se consideraba una falta de educación avergonzar o humillar al compañero que no sabía la respuesta. No era importante causarle una buena impresión al profesor con lo brillante que era cada uno, y se consideraba bárbaro avanzar a costa de los demás.
En los colegios modernos de nuestro mundo occidental “civilizado”, se levantaría un mar de manos para aprovecharse del desafortunado alumno que no sabía la respuesta. Nos enseñan a aprovecharnos de los demás para mejora, a pasar por encima de ellos para llegar hasta arriba. Nos enseñan a ser competitivos y despiadados y a dejar totalmente de lado los sentimientos de aquellos a los que pisoteamos. Qué importa la humillación del alumno que no sabe algo: es una oportunidad para que nosotros le causemos buena impresión al profesor.
Ésas son las semillas de la violencia, y se plantan en nuestro interior cuando somos muy jóvenes. Podemos despertar y comprender la naturaleza de esas malas hierbas que llevamos dentro y arrancarlas de raíz, pero para ese proceso es necesario ser consciente de nuestra naturaleza más profunda, y eso no es sencillo.
Los alumnos, mejor dicho todos!!! Estamos condicionados por la cultura y nos mostramos cínicos, desconfiados e increíblemente competitivos. Nuestra cultura civilizada nos esta fallando, y para cambiar las cosas tenemos que empezar por nuestros hijos, enseñarles la importancia del amor y la bondad, de la fe y la esperanza, de la compasión y de la no violencia, de tratarse unos a otros con respeto y dignidad, no como cadáveres que hay pisotear para avanzar por el camino del éxito material.
Los gurús y los presidentes no pueden hacerlo por nosotros, la responsabilidad reside en cada uno en nuestro interior, en nuestros encuentros personales diarios, la responsabilidad de tender una mano y ayudarnos, con actos de bondad, sin que nos preocupe lo que nos reportará, si es que nos reporta algo, y hacerlo con generosidad.
De ese modo cambiaremos el mundo.
Si no tiene oportunidad de hacer grandes cosas, haga las pequeñas a lo grande.